martes, 7 de septiembre de 2010

Lulú Petite

Ya tiempo atrás vagando en la Red buscando relatos pensamientos escritos divagaciones etc etc. me encontré con los relatos de "Lulu Petite" aun recuerdo que fue cito:

"Me llamo Lulú. Tengo 23 años, mi teléfono es el #####, y soy la quinta en una familia de ocho retoños trogloditas (única mujercita en una tribu de testosterona). Vivo sola, escribo una columna los martes en el periódico El Gráfico, estudio una carrera universitaria y me mantengo de mi trabajo. Me gusta el sexo, la música, la noche, el antro, el teatro, el cine, la comida francesa, el color rojo, el sexo, la lencería fina, los accesorios discretos, mi cama, la decoración, los galanes, los amigos, el reventón, una conversación amena, un buen vino, los tulipanes, dormir hasta tarde los domingos, hacer ejercicio y... ¿Ya mencioné el sexo?..... A todo esto, soy escort."

La primera vez que lo leí decía "A todo esto, soy prostituta" irónicamente la frase que actualmente versa de una forma mas "adecuada" (según la asociación de padres de Familia A.C.) fue la que me llamo la atención me gustan esos finales. Dicho esto damos por terminada la presentación.

El ultimo de sus Relatos es el que me gustaría analizar y poner en debate y así decidir si es ganadora de algún premio ya no el Pulitzer no seria pretencioso para nada (Que va si la mayoría son o fueron locos permanentes xD ) pero si tacharía de locura.

Tiene en sus relatos ese maldito humor negro con su respectiva dosis de ironía y sarcasmo así como el decanto a alterar los limites morales y convertirlo en su propia catarsis, para un lector que disfruta de aprisionar destellos de genialidad como su servidor (si aun no estaba claro xD) esas palabras que "tratan" de desnudar el alma en un deseo de hacernos comprender un poco de lo infinito que es su mundo, es sin duda un autentico deleite y no puedo dejar sin mencionar las risas que me sacan sus relatos son tan gustosos como una de mis chelas bajo la lluvia seca y el ultimo de estos relatos no hace mas que reafirmar lo que aquí expongo:

"Muchos te cuentan su vida, las broncas que tienen en sus casas, los problemas de oficina, las cosas buenas, las divertidas. Te cuentan de sus amores, de sus travesuras y de sus tranzas, casi todos hablan de su trabajo y sorprende la cantidad de señores que te platican de su esposa y de sus hijos, de sus gustos, de cómo se llevan, de qué tan seguido y qué tan rico lo hacen con ellas, de sus fantasías, de sus frustraciones. Simplemente parece que, cuando no traen puestos los calzones, ya no hay nada que ocultar y toda la sopita se va soltando solita. No sé, como que una además del brinco, les sirve de confidente.Lo bueno es que todo secreto confiado a una profesional está siempre bien guardado. Es por todos bien sabido que médicos, abogados, confesores y putas tenemos el deber ético y la responsabilidad profesional de no soltar la sopa, de guardar absoluta discreción sobre lo que vemos, oímos y hacemos mientras estamos chambeando. Es parte del trato"

AQUI TEXTO COMPLETO