Una noche obscura. La luna con brillo demencial helaba. La calle cual camposanto murmuraba, Éter cargado de voces y alcohol.
En la mesa éramos yo y mi conciencia, nos decíamos cosas inútiles y otras no tanto envueltas por un puñado de civilización. La charla continúo ya entrada la noche un tema en común salio.
Su belleza esta solo a la par de su trabajo amigo mío.,Solo con mirar su obra uno se da cuenta que el escribir es una armonía. Se debe penetrar poco a poco en el alma de aquellos que lo leen. No es difícil comprender una vez que estas inmerso, ya que un buen escritor une el espíritu y la carne en algo terco o perverso, triste o hilarante transmitiendo a tu ser el sentimiento que de sus pensamientos plasmo en una sola devoción, escribir para todos amigo mío escribir para todos.
Y así continúo nuestra charla, se hablaba de Daniela Flores y su primitivo mundo…
Dedicado a una excelente poeta y narradora.
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